sábado, 18 de abril de 2009

La Kundalini

Hace unos días tuve un sueño, que me llamo poderosamente la atención, pues durante el sueño, me veía repitiendo un nombre, lo repetía, una y otra vez. Me veía como en santuario, con un traje de color perla, cuando me levante al amanecer, recordé el nombre, pero más tarde quise escribirlo y anote kumailini.


Durante el día, intentaba reordenar la palabra que había escrito, pero mi corazón decía ese no es el nombre. Sabía, que la palabra que había pronunciado era conocida por mí, de tal manera que me dedique a buscarlo por Internet, pero no encontré respuesta.

Durante la noche cuando mi cuerpo estaba en reposo, en estado de somnolencia, volvió el nombre correcto a mi, una y otra vez, pero aún no alcance a descifrarlo cuando intente escribirlo, sabia que comenzaba con la letra K, que tenía relación con Kumara, pero lo que más me asombraba, era el acercamiento con la palabra, le conocía profundamente, desde el interior de mi ser.

Buscando y buscando llegue a un texto donde hablaba de la energía de la kundaline, y ahí quede maravillada, ese era el nombre, Kundaline, hablaban de la energía espiritual, de la energía sexual, no obstante, no me sentí atraída por el tema porque sabía que Kundaline era algo más, me lo decía el alma.

Hoy encontré en Portal Dorado un texto sobre la Kundaline que es la introducción del nuevo libro de Drunvalo Melchizedek y me parece maravilloso.

Si, así la siento en mi, es una energía pura que esta adentro, que sale como las burbujas de las aguas termales, que sale y baña mi ser, y lo hace vibrar, y lo hace ilusionar, reír, enamorarse de las flores, del amanecer, de la mirada.

Si, así es ella, la bella Kundaline, la energía espiritual femenina, la energía del amor que nos envuelve y nos regala la alegría de vivir en libertad para retroalimentarnos del universo, del mundo en su esencia, para hermanarnos de corazón a corazón en la humildad y el agradecimiento.
Lis