lunes, 2 de marzo de 2009

Reflexionemos sobre el tipo de Estado que necesitamos en América Latina


La crisis económica del capitalismo desarrollado, que tiene repercusiones sobre los países dependientes, asoma una mueva modalidad de Estado, un Estado protagonista y productivo, solidario y responsable con su pueblo.

De allí que el papel del Estado, debe centrarse en ese desprendimiento del modelo viejo neoliberal dependiente, que obstaculiza la articulación necesaria Estado-sociedad.

Esta crisis develada en todos sus aspectos, nos muestra el derrumbe del capitalismo como sistema, la injusta e insensible mano invisible del mercado, que quita y pone el bien de consumo de acuerdo a sus necesidades gananciales y no de acuerdo a las necesidades de la población.

Las practicas capitalistas y las negociaciones con los gobierno que llegan al poder, han hecho del Estado, un aparato represor y consentidor de la exclusión social. Los privilegios han sido para la burguesía, que ha creado para sostenerse, una clase pequeño burguesa ficticia sin compromiso social, sin una profunda visión sobre los verdaderos cambios que deben suscitarse para alcanzar la equidad en la sociedad.

Esta pequeña burguesía, que se alimenta de las campañas que realizan los medios de comunicación, ha asumido un compromiso con la burguesía y será, como ya lo hemos visto, fuerte aliada para resistir el cambio.

Son varios los países de América latina que han cortado la relación de dependencia con el imperialismo y con las oligarquías locales, a pesar de la resistencia los Estados nacionales deben de asumir el compromiso social, político y económico por la dignidad de los pueblos.

La nueva modalidad de Estado, exige, mano dura contra la especulación y acaparamiento de bienes de primera necesidad, denuncia de la manipulación mediática con su matriz de opinión, disociada de la realidad, porque su estrategia de acción estará enmarcada dentro del protagonismo que debe ejercer el pueblo, para crear una nueva sociedad de justicia.

La sociedad socialista, nos indica, que el Estado, debe iniciar su galopada para darle poder al pueblo.
Lis

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