
Ahora que el presidente Chávez habla de la expropiación de la planta procesadora de arroz de Cargill, recuerdo que este tipo de delito no se tipificaba en el código penal, a quién correspondía dicha caracterización era a los altos ejecutivos, a los que se les denominaba delincuentes de cuello blanco, es decir los delitos cometidos por las empresas no se registraban por su figura jurídica, no obstante nosotros en aquellos estudios que hacíamos hablábamos del daño social que podían ocasionar estas empresas al violar la normativa jurídica del país donde se asentaban.
La transnacional estadounidense Cargill, productora de aceites (El Rey, Vatel, Deleite, Branca y la manteca Los Tres Cochinitos), arroces (Mi Mesa, Santa Ana), harinas (Blancaflor, Gold Medal y Mi Mesa), pastas (Fiorentina, Milani, Mi Mesa y Ronco) y las salsas para pastas, marca Ronco, ha violado las regulaciones de Venezuela, al incumplir con lo exigido por el Estado en materia de alimentación para la población, al no querer producir el arroz que demandan los venezolanos, viola, en este sentido, las normas establecidas por el gobierno, causando de esta manera, daño social a la población, se le esta negando un bien de consumo alimenticio importante y necesario para la vida.
De allí que lo decidido por el presidente Chávez es un deber como jefe de Estado para proteger la alimentación y la salud de la población venezolana.
Lis
No hay comentarios:
Publicar un comentario